Te ha pasado alguna vez que has dicho “si” y lo que querías era decir “no”?
O quizás has terminado haciendo algo en contra de tu voluntad por temor a negarte a hacerlo?
Muchas veces en la vida nos encontramos ante encrucijadas en las que debemos tomar una decisión, y se nos dificulta decidir por hacer lo que queremos hacer con libertad, porque nos angustia decir que “no” a alguien que espera un si de nosotros.
¿Qué es lo que nos hace decir que “si” en algunas ocasiones?
Muchas veces somos condescendientes con otras personas y lo hacemos contra nuestros principios, pero aun asi cedemos debido a distintas razones; muchas veces lo hacemos por timidez, otras por el miedo a defraudar a alguien y otras por ser aprobados o por la falta de seguridad de uno mismo y el deseo de agradar a los demás.
Cuando no podemos decir “no, es porque no hacemos una marcada diferencia entre cuales son nuestras prioridades, y nos encontramos perdidos en nuestras dudas.
Las decisiones que tomamos muchas veces están determinadas por factores externos y por permisos que nos otorgamos a nosotros mismos pensando que nos conviene de alguna manera. Pensando en eso muchas veces no queremos hacer algo pero decimos que si, pensando que en alguna manera nos vamos a beneficiar a largo plazo.
Generalmente no sabemos decir que no a las personas mas allegadas a nosotros por el afecto que les tenemos o por temor a que se resientan o se ofendan, y no pensamos en nosotros mismos.
Nos negamos a nosotros mismo el derecho a decir “no”. Algunas veces dudamos y reflexionamos si debemos hacer algo por estas personas aunque esto signifique pasar sobre nuestros propios principios y somos infieres a nosotros mismos y ponemos en juego nuestra confiabilidad y valores ante la sociedad.
No digamos si, cuando queremos decir no. Es necesario aprender que no es un pecado decir “no” si no estamos de acuerdo en algo. No hay que pelear ni discutir en mal tono con una persona para exponer nuestro punto de vista cuando decimos “no”.
Como dice Paulo Cohelo, “Si tienes que decir “si”, dilo con el corazón abierto. Si tienes que decir “no” dilo sin miedo”
Deja un comentario