Las palabras son las herramientas que construyen nuestra vida. Está en nuestras manos hablar palabras positivas que nos edifiquen a nosotros mismos o que intencionalmente nos destruyan.
Las palabras de ánimo que nos digamos son las que nos ayudan a crecer y a madurar emocionalmente. Por otra parte, las palabras destructivas que empleemos para autocriticarnos tendrán como misión denigrarnos, bajar nuestra auto estima y perder la esperanza de conseguir nuestros sueños y metas que nos hemos propuesto.
Mucho cuidado con lo que te dices a ti mismo!!
Debemos tener mucho cuidado y estar muy consciente sobre las palabras que usamos. Las palabras tienen un peso inmenso que pueden sanar o abrir heridas del pasado. El impacto de las mismas pueden herir a las personas que amamos.
Si tu eres de las personas que dices que estás haciendo todo lo posible por mejorar su vida y que no has podido progresar porque no has tenido suerte, piensa por un instante lo que estás diciendo. Tus palabras tendrán más poder del que puedes imaginar. Pueden destruir en un instante lo que has tratado de construir en mucho tiempo.
Analizando las palabras desde un punto de vista positivo, las palabras de estímulo tienen el poder de darnos paz y de regenerarnos dándonos nuevas fuerzas para seguir luchando. Para prosperar en la vida no necesitas tener suerte. Tu mejor herramienta es empeñarte en conseguir tus propósitos. Si te repites varias veces al día que no tienes suerte, no te quejes más tarde del porque una buena oportunidad de trabajo no llegó nunca a tu vida.
Nuestra actitud la delata por nuestras palabras
En esta vida, es nuestra actitud y nuestras decisions las que cuentan para progresar. Cuando nos presentamos a una entrevista para obtener una mejor oportunidad de trabajo o quizás vamos a una cita amorosa , si no tenemos una actitud positiva por miedo al rechazo, estos sentimientos serán trasmitidos a nuestra pareja o al entrevistador por medio de nuestras palabras.
En las palabras que pronunciemos en ese momento está el éxito o el fracaso que obtengas. Tus palabras te delatarán y el empleador querrá o no que tu formes parte de su empresa. Tu pareja decidirá si quiere compartir su vida contigo.
Hay palabras bondadosas, de apoyo, de ternura que llenan los corazones de nuestros seres queridos de positivismo. También existen las palabras hirientes o despectivas las cuales tienen la única intención de destruir el auto estima de las personas que nos rodean.
El uso de palabras agresivas es tan perjudicial como los malos pensamientos y si nos las decimos a nosotros mismos, estas palabras podrían arruinar nuestra vida encerrándonos en medio de un círculo de fracasos y frustraciones.
Un diccionario muy peculiar
Existe un diccionario muy particular, un poco chistoso por cierto, una vez alguien me lo envió en el internet, el cual define las palabras agresivas de una manera positiva. A muchos les sonará divertido cuando oigan estas definiciones pero que lindo se escuchan y que contraste hacen con la palabra que en si es agresiva e insultante.
Las definiciones que puedo recordar en este momento, como la palabra “prostituta” su definición es “una mujer que trabaja con energía sexual”, también recuerdo la palabra “preso” la cual se definía como “personas que están siendo educadas para vivir en sociedad”. Una que me llamó mucho la atención fue la palabra “enemigo” y ésta era definida como “aquellos que aún no nos aman”. La palabra “malvada” su definición es “los que aún no son buenos”.
Cinco pautas a seguir para darle poder a nuestras palabras
Si realmente queremos hacer uso del poder de nuestras palabras para beneficio propio hay cinco pautas que podemos seguir:
1. Siempre debemos decir la verdad sin tener la intención de herir a las personas.
2. Es nuestro deber manifestar nuestro punto de vista con firmeza pero sin usar palabras ofensivas.
3. Nunca debemos hacer uso de una mentira pues arruinará nuestras vidas y perderemos credibilidad ante otros .
4. Debemos estar conscientes que las mentiras son “excusas disfrazadas” que tarde o temprano se desnudarán y nos encadenarán debilitando nuestro ser interior.
5. Tengamos siempre en mente que nuestras palabras sinceras se anidarán en nuestra mente y nos llenarán de fuerza, seguridad y confianza.
Nuestras palabras son las llaves que abren y cierran puertas
Por ultimo las palabras son simplemente la manifestación de nuestro ser interior. Al tener cuidado con lo que hablamos estamos limpiando nuestro mundo interno. El poder de nuestras palabras nos abrirá puertas para conseguir nuestras metas en la vida.
Siempre acuérdate de “estas palabras”, alguien dijo que “la vida siempre ayuda a quienes se ayudan a sí mismos”. (autor desconocido). Construye un mundo interior sano y lleno de poder y permite que tus palabras sean el medio del transporte que proyecte tu ser interior a las demás personas y tu vida sorprendentemente serás transformada.
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