3. La discreción
Un padre debe ser discreto y respetar la privacidad de sus hijos para que éstos le tengan confianza.
Un secreto que un hijo confía a sus padres debe ser como una piedra que se lanza al fondo del océano, donde nadie la verá, la descubrirá o sabrá que está ahi. Debemos ser discretos y guardar los secretos de nuestros hijos. El principio de la desorientación de un niño comienza cuando pierde la confianza en sus padres.
Mientras los hijos puedan confiar en sus padres siempre tendrán una luz que iluminará su camino. La confianza en sus padres sera la brújula que los oriente y conduzca por caminos seguros. Los hijos precisan más los ejemplos que las enseñanzas.
4. Un buen ejemplo
La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es nuestro ejemplo. Los padres no pueden exigir que sus hijos cultiven virtudes y tengan cualidades que ellos no tiene o tuvieron cuando estaban jóvenes. Con su propio ejemplo los padres están construyendo los valores morales que desean inculcar en sus hijos.
Un buen ejemplo es mejor que cualquier tipo de herencia que pueda dejársele a los hijos. Tenemos que tener plena conciencia sobre los ejemplos que les damos y como actuamos en cada momento de nuestras vidas.
Nuestros hijos nos observan calladamente desde que abren sus ojitos en la cuna hasta que se forman su propio criterio de quienes son sus padres y cuales son sus virtudes o defectos. Antes de hacer algo impropio, debemos preguntarnos siempre: Me gustaría que mi hijo actuara algún día de esta manera?
5. El arte de saber escuchar
Escucha tus hijos con paciencia y bríndales tu apoyo.
Debemos darle la oportunidad a nuestros hijos para que nos cuenten sus problemas y que puedan sentir en nosotros esa mano amiga que les da un amparo en la vida cuando ellos lo necesitan.
Nuestros hijos necesitan ser escuchados.
Esto es una necesidad psicológica de toda persona.
Muchas veces nuestros hijos están emocionalmente agotados y necesitan desahogarse con alguien.
Necesitan decirle a alguna persona lo que sienten y que mejor que decírselo a sus padres.
Aunque nuestros hijos nos hablen en forma agresiva o estén irritados, debemos escucharlos con paciencia y mantener en nuestra mente que nosotros somos los adultos y que debemos escucharlos sin interrumpirlos.
Eso evitará muchas discusiones, desaveniencias y contrariedades en el ámbito familiar.
Los padres deben convertir a sus hijos en sus mejores amigos, dejarlos que expresen todo lo que piensan y cuando se hayan calmado y estén en capacidad de razonar puedan reconocer los errores.
6. No hacer prejuicios
El silencio es una virtud que los padres deben practicar.
Antes de contradecir lo que los hijos están diciendo, debemos escucharlos con atención y analizar y comprender lo que tienen que decir y después darles la opinion con calma y con amor.
Cuando los padres se adelantan en responder a sus hijos antes de que éstos hayan terminado de hablar, se están arriezgando a mal interpretar las palabras del niño o del jóven y cometer una injusticia.
Esto resultaría en una absoluta rebeldía del hijo y en un conflicto familiar muy desagradable.
Una persona una vez está irritada no está en condiciones de escuchar un consejo o de analizar, meditar o dialogar sobre un problema.
El escuchar sin hacer juicios, sin criticar da mejores resultados que condenar a nuestros hijos los cuales se sentirán que están frente a un juez que dictará sentencia y una condena por sus hechos y no enfrente de sus padres.
Muchos padres son los que tratan de defender su punto de vista frente a sus hijos sin importarles mucho si están en lo cierto o no.
El único propósito de estos padres es probarle a sus hijos con sus puntos de vista que ellos saben mas que sus hijos y que no existe otra verdad que la que ellos perciben como tal.
Hay que tomar en cuenta que nuestros hijos no son nuestros adversaries en un combate, sinó amigos que queremos atraer y nada hay mejor en esta vida para ganar amigos que saber escuchar sin formarnos juicios.
Si la respuesta es no, debemos modificar nuestra actitud y pensamientos y comportarnos del modo que creemos es el correcto.
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