El mentiroso compulsivo
El ser humano empieza a decir mentiras desde su infancia, sin embargo este comportamiento algunas veces se convierte en un problema patológico que hoy día puede tratarse con terapia adecuada.
Un comportamiento compulsivo se convierte en obsesivo y el decir mentiras continuamente cae en esta categoría. El problema de mentir una y otra vez se relaciona con un problema de personalidad. También el mentiroso compulsivo algunas veces incurre en otros comportamientos compulsivos tales como el hábito del juego, la adicción a la comida u otras adicciones.
Victor Ingrassia, poeta originario de Inglaterra dijo una vez que “el que dice una mentira no sabe que tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esa primera”.
Quizás este poeta exageró un poco pero lo que si es un hecho es que el mentir se convierte en un comportamiento compulsivo y en un hábito que puede acompañar al individuo el resto de su vida.
Una marca de la niñez
Los psicólogos aseguran que el mentiroso compulsivo comienza a mentir a una edad muy temprana cuando su personalidad comienza a formarse. Generalmente el niño es motivado a inventar mentira, dando rienda suelta a su imaginación. Los niños pequeños mienten sobre amigos imaginarios y sobre relatos personales de su vida cotidiana o sobre adquisiciones tales como mascotas o juguetes.
Las mentiras de los niños son inocentes y generalmente no traen una consecuencia grave.
Diferentes categorias de mentiras
1. La mentira esporádica, la cual es normal desde el punto de vista psicológico pues todos mentimos alguna vez para salir de algún apuro.
2. La mentira evolutiva es la que se dice para atraer la atención de algunas personas y crear una falsa imagen o crear un falso personaje que no existe.
3. La mentira mitomana, la cual es el comportamiento obsesivo de mentir, en la cual el individuo tiene como meta vivir para mentir.
Existen tres tipos de personalidad en las que se presenta este tipo de conducta obsesiva
1. La psicótica, es producto de un delirio.
2. La perversa, cuando se usa la mentira para falsear hechos y dichos.
3. La neurótica cuando la mentira se usa para llamar la atención
Cómo prevenir que la mentira se convierte en un comportamiento compulsivo
Se puede evitar que la mentira se convierta en un comportamiento obsesivo o compulsivo. Esta es, no castigando a los niños cuando dicen mentiras menores, ya que esto es propio de la imaginación infantil. Para prevenir que el mentiroso se convierta en compulsivo, es preciso detectar la conducta a tiempo.
En exámenes efectuados en la Universidad de California del Sur los estudiosos descubrieron que los mentirosos compulsivos poseen diferencias estructurales del cerebro con respecto a los que siempre dicen la verdad. Se comprobó que los mentirosos tiene más sustancia blanca que materia gris en el lóbulo frontal.
En el segundo estudio, expertos de la Universidad de California del Sur hallaron que el cerebro de los mentirosos compulsivos posee diferencias estructurales respecto de quienes dicen la verdad: en el lóbulo frontal tienen más sustancia blanca que materia gris.
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