El terror nocturno en los niños aparece antes mucho antes de que lleguen a la adolescencia.
Este trastorno se puede definir como un despertar abrupto con un temor muy intenso. La edad mas común en la que los niños manifiestan el terror nocturno es de tres a cinco años de edad. Aproximadamente cuando el pequeño alcanza la edad escolar este temor se reduce de una manera bastante significativa.
Los niños que presentan este desorden lo hacen en un estado semi alerta de acuerdo a los especialistas. No se sabe a ciencia cierta lo que produce el terror nocturno en los niños. El desorden se relaciona con varios factores que podrían ocasionarlo.
Algunas veces es relacionado con el desarrollo normal infantil y las etapas por las que pasa el pequeño. Otras veces ha sido relacionado con el sonambulismo. Tambien se relaciona con el apego emocional que los niños tienen con la persona que lo cuida y cuando despiertan y no la ven a su lado se aterrorizan.
También se relaciona este problema con la fatiga física, la sobre excitación al jugar poco antes de irse a la cama, la fiebre y el uso de algunos medicamentos podrian desembocar en este problema.
Si el problema se convierte en algo preocupante para los padres valdría la pena que el niño fuera llevado a un psiquiatra para ser evaluado y si es preciso medicado.
Algunos estudios realizados en Estados Unidos, han llegado a la conclusion que las películas y juegos de video violentos podrian contribuir a que se manifieste el terror nocturno a edades tempranas.
El películas y juegos de video hacen que el pequeño sugestione su conciencia y cuando duerme sus sueños sean perturbados con estas formas visuales y hagan que el niño se siente en la cama y empiece a gritar y llorar y a mostrarse muy agitado con una expresión de terror en su rostro.
El terror nocturno no es sinónimo de pesadillas. El terror nocturno es también asociado con el estrés infantil. Es superable y he aquí les explicamos algunas ideas sobre como eliminar este mal. Deje una lucesita encendida en el cuarto para que el niño no se sientan mal cuando lo ataca el terror. Otro consejo es encender la luz del dormitorio y abrazar al niño y calmar su ansiedad.
Las rutinas y los horarios son muy importantes para inculcarles buenos hábitos a los pequeños tales como que duerman las ocho horas mínimo y contarles alguna historia agradable antes que se duerman.
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