“Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros”
Hacer una lista de personas
Una vez el alcohólico hace una lista de las personas a quienes pudo haber perjudicado con su adicción entonces reflexiona en cada uno de los casos por separado y comienza a hacer las reparaciones tomando la actitud debida y clasificando a estas personas en diferentes categorías.
A algunas de estas personas el alcohólico las visita tan pronto como esté seguro de que puede mantener su sobriedad. En otros casos es aconsejable que el alcohólico deje pasar algun tiempo y en algunos casos el alcohólico no podrá contactar a las personas por diferentes razones.
Las enmiendas de los alcohólicos en este noveno paso
Muchos son los alcohólicos que comienzan las enmiendas desde el primer día que se unen al grupo de los AA. En ese momento les dicen a sus familiares que van a comenzar el proceso de la recuperación.
El alcohólico está muy emocionado y quiere anunciarle a toda su familia a gritos las buenas nuevas. Tienen ganas de sentarse junto con los miembros de la familia y admitir los daños que les han causado mientras estuvieron bebiendo.
Casi siempre el alcohólico admite los defectos por los cuales su familia se les ha hecho difícil vivir con ellos. Sacan a relucir episodios dolorosos y angustiosos.
Aquí tienen que tener mucho cuidado pues aunque ellos quieren confesar aun lo peor que han hecho tiene que tener en cuenta que no pueden conseguir su paz a expensas del sufrimiento de otros.
Discreción y precaución antes de hacer la enmienda
Algunos alcohólicos esperan unas cuantas semanas antes de decir nada. Quieren sentirse totalmente seguros de la decisión que tomaron y que van a trabajar el programa de los doce pasos seriamente.
Es ahí cuando están en condiciones de dirigirse a su familia y compartir su decisión. Es en este paso cuando el alcohólico trata o promete pagar deudas y trata a toda costa de reparar otros daños.
Muchos son los alcohólicos que dicen que las personas a su alrededor reaccionan bondadosamente con ellos y aun los que los habían criticado mas severamente se muestran razonables a la primera vez que el alcohólico los visita o hace contacto con ellos.
Apoyo o rechazo de sus familiares
Ese ambiente de aprobación y admiración por parte de las personas que los apoyan tiene un efecto estimulante y el alcohólico se siente muy satisfecho con los elogios y alabanzas por parte de sus seres queridos. Algunas veces las personas reciben al alcohólico en forma fría y no demuestran tener fe en sus palabras.
El alcohólico no debe reaccionar a esta frialdad para no caer en el desánimo y el pesimismo pues eso los podría poner en el riesgo de caer en el alcoholismo nuevamente.
Después de visitar a los familiares más comprensivos todavía quedan personas que los alcohólicos saben que no van a recibir sus enmiendas con cordialidad ni les van a dar ningún apoyo.
Por eso el alcohólico muchas veces fabrica excusas para esquivar esas situaciones y tratan de posponer las visitas a estas personas usando cualquier tipo de excusa. Aquí es donde el alcohólico debe pensar si no sería mejor esperar a que pase un tiempo para poder visitar a aquellos que han sido gravemente afectados.
Ellos tienen que buscar el momento propicio quizás tendrán que armarse de valor para dirigirse a esas personas y enmendar el daño ocasionado debido al alcoholismo.
Refrenarse de hacer confesiones que hieren a otros
El alcohólico debe refrenarse de hacer confesiones sobre el daño que cometieron si al hacer esa confesión va a causar un daño aun mayor a las personas a quien quieren hacerle las enmiendas.
Por ejemplo los esposos no deben contar con todo detalle sus aventuras amorosas que tuvieron con otras personas. Esto haría que el alcohólico en vez de aligerar la carga la haría mas pesada al ver sufrir a su esposa o esposo por su confesión.
Antes de hacer ciertas revelaciones a sus familiares y seres queridos el alcohólico debe consultar primero con el padrino o consejero espiritual para que le de una guía de como proceder y no dar pasos en falso.
La meta del noveno paso es la disposición del alcohólico de aceptar que las consecuencias de sus actos pasados son graves y asumir las responsabilidades por el bienestar de su familia.
Tratar de enmendar el daño sin causar mayor perjuicio. Asumir las consecuencias y afrontarlas valientemente sin vergüenza ni temor a no ser perdonados.
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