Desorganización
La desorganización es la segunda etapa por la que atraviesa el doliente.
En esta etapa los mayores síntomas son la distorsión de sus pensamientos y la falta de claridad mental. Es una especie de lejanía de la realidad. La persona doliente reacciona inapropiadamente a las situaciones de su vida.
Sus emociones son muy bajas y pierden un poco de contacto con el mundo real. El individuo que sufre se encierra en el mundo de su dolor y expresa sus emociones a través del llanto o de una charla excesiva sobre su ser querido.
Es en esta etapa que el doliente no está en condiciones de hacer decisiones importantes y por lo tanto las personas que lo están ayudando deben hacerle sugerencia que no haga ninguna decision en ese momento. La mejor ayuda que el doliente puede recibir en esta etapa es la demostración de afectos y aceptación de su estado emocional.
En esta etapa al igual que en la primera el apoyo moral de los amigos y familiares es muy importante pues si éstos se alejan el dolor de la persona que está pasando por el luto aumentará. El doliente se siente muy solo en esta etapa y si los seres queridos se alejan se sentirá aún mas solo.
Enojo
La tercera etapa se caracteriza por la transformación de los sentimientos de tristeza en sentimientos de enojo por lo ocurrido.
El doliente puede llegar hasta maldecirse a si mismo y maldecir a Dios, al desaparecido o a algún otro miembro de su familia.
Esta reacción de enojo y furia surge a raíz de sus heridas emocionales y la frustración que experimentan al no poder reviver la persona que se fue.
El dolientes se siente incapaz de manejar sus emociones debidamente y explota con los que tiene más cerca. La persona se vuelve agresiva y no puede controlarse al contradecir a los que le rodean. Experimentan sentimientos de culpa.
Esta etapa es importante pues si el doliente no puede expresar su enojo de esta manera, este enojo se convertiría e ira reprimida y podría manifestarse por medio de males fisiológicos tales como dolores de cabeza, vómitos, mareos, insomnio u otro tipo de síntomas de este tipo.
No todas las personas expresan su enojo o rabia de la misma manera. Unas personas, las mas introvertidas lo hacen por medio de la depresión y el aislamiento.
Lo que deben hacer las personas que quieren ayudar al doliente en esta etapa es permitirle expresar verbalmente sus emociones sin criticarlos. Dejarlos desahogarse hablando de su ser querido que han perdido.
Los allegados al doliente no deben tomar en cuenta las veces que escuchen el mismo relato una y otra vez pues esta es una manera que tienen los que sufren de expresar su dolor, contando las mismas historias varias veces.
En esta etapa se pierden muchos amigos y familiares por la forma agresiva en que se comportan los dolientes.
Muchas veces los que tratan de ayudar se sienten heridos por las reacciones de las personas que están pasando por el dolor y otras veces se aburren de escuchar las mismas historias todos los días y deciden no volver a visitar a los dolientes por cierto tiempo.
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