En la mayoria de las veces, las personas cuando sienten estrés en su vida, tienden a aumentar las porciones de comida pues les da más apetito.
Esta acción de comer más tiene una explicación lógica porque el estrés aumenta el cortisol en la sangre y la concentración de grasa en el abdomen. En nuestra vida diaria las presiones diarias nos obligan a llevar un ritmo acelerado y eso nos produce estrés.
Como consecuencia, nuestro organismo sufre desequilibrios orgánicos y eso hace que sintamos la necesidad de adquirir una mayor cantidad de calorías y alimentos ricos en grasa.
No todo el estrés es malo
Si bien es cierto que nuestro organismo necesita cierto nivel de estrés para lidiar con las situaciones a las que nos enfrentamos, cuando este estrés se hace crónico puede ocasionarnos problemas serios de salud.
El estrés es algo positivo para el que lo emplea cuando enfrenta desafíos y cuando nos sirve para mejorar nuestro nivel de vida esforzándonos más por conseguir nuestras metas.
Pero el estrés al cual conocemos también como distrés, no produce ningún beneficio. Nos lleva a un deterioro físico y psicológico y afecta nuestro sistema inmunológico lo cual nos pone en riesgo de enfermar seriamente.
El distrés es el estrés negativo
El distrés o el estrés negativo se produce como consecuencia de las cargas emocionales que acumulamos sin posibilidad de tomar un descanso adecuado.
El estrés negativo se podría comparar como cuando inflamos un globo y le inyectamos mas aire de la que el globo tiene capacidad y al final explota.
El estrés a un nivel desmedido afecta las funciones cognitivas y la memoria y reduce nuestra capacidad de pensar y hacerle frente a los problemas que se nos presenta con una mayor claridad.
Síntomas del estrés negativo
Algunos de los síntomas que nuestro organismo presenta cuando sufrimos de un estrés severo son el insomnio, el dolor de cabeza, los problemas digestivos tales como colitis, úlceras y gastritis.
Muchas son las personas que padecen de asma emocional, sequedad bucal, dolores musculares y enfermedades cardiovasculares así como también caída del cabello, desórdenes hormonales e infecciones vaginales en la mujer y problemas de erección en el hombre lo cual muchas veces conduce a adicciones al alcohol, a las drogas y a la obesidad.
Cómo afecta nuestras vidas el estrés crónico?
El estrés crónico produce desorientación, dificultades de concentración y falta de memoria.
Muchas personas se ponen agresivas, deprimidas y otras sufren de ataques de pánico. La hipertensión es también una de las enfermedades que es aumentada con el estrés.
Las relaciones familiares y de pareja también se ven afectadas por el estrés negativo. Las relaciones en el trabajo también pueden ser afectadas pues cuando los niveles de estrés negativo aumentan, el rendimiento laboral disminuye.
Cuando se experimenta el estrés negativo a un nivel inmanejable, es aconsejable ver un médico y recibir terapia para modificar ciertos patrones de conducta.
Aprender técnicas de relajación por medio de la meditación y ejercicios de respiración es muy aconsejable.
Aprender a soltar lo que no está bajo nuestro control, liberarnos de problemas del pasado y alejarnos de relaciones tóxicas ayuda a mejorar los niveles de estrés.
Aprender a vivir sin estrés
En síntesis aprender una nueva manera de vivir, adquiriendo nuevos hábitos que nos ayuden a disfrutar la vida organizándonos de manera que podamos dedicarle tiempo al trabajo, a la familia y a los amigos. Dedicar tiempo para practicar algún deporte o realizar un pasatiempo.
Todos los seres humanos tenemos la capacidad de cambiar nuestras vidas y vivir libres del estrés negativo que acorta nuestras vidas y nos limita en muchísimos aspectos.
Deja un comentario