“Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente”
El décimo paso hace reflexionar al alcohólico sobre su decisión de mantenerse sobrio y vivir una vida útil y llena de frutos independientemente de las circunstancias. Para ellos lo necesario es hacer un exámen continuamente sobre sus puntos fuertes y débiles y unos grandes deseos de aprender lecciones a través de su dura experiencia.
Un alcohólico mientras toma, sufre las consecuencias de la resaca física. Cuando deja de beber su resaca es emocional y esta resaca aunque estén sobrios les produce algunas veces emociones negativas causadas por recuerdos del pasado, del presente y por miedo, iras, celos y otros sentimientos similares.
Eliminando las resacas emocionales
El alcohólico recuperado o en vías de rehabilitación, debe trabajar arduamente para eliminar las resacas emocionales. Deben procurar vivir una vida serena admitiendo y corrigiendo sus errores del pasado para poder reconciliarse con ellos mismos. Al realizar este trabajo podrán dejar el pasado atrás.
Una vez se hace este inventario el alcohólico se pone en paz con ellos mismo y llegan a la conclusión que pueden afrontar cualquier tipo de dificultades que les llegue en el futuro.
Limpieza general de sus sentimientos
Muchos alcohólicos les gusta hacer una limpieza general de sus sentimientos una o dos veces al año. A muchos de ellos les gusta retirarse del mundanal ruido para tranquilizarse y dedicar uno o dos días a meditar y revisar sus vidas cuidadosamente.
Cuando los alcohólicos adquieren este hábito, aprovechan muy bien el tiempo que dedican a realizar esta limpieza. Esos minutos u horas que pasan auto examinándose hacen del resto de las horas del día algo más grato y felices. Estas reflexiones se convierten para los alcohólicos en algo muy importante en sus vidas.
Evitar discusiones
Una de las mayores metas del décimo paso es adquirir dominio de ellos mismos. Cuando hablan se convierten en personas mas tolerantes. El simple hecho de decir alguna majadería a alguien y de criticar a alguna persona podría deshacer la relación con esa persona durante todo ese día, durante todo el año o por el resto de la vida. El alcohólico debe evitar a toda costa discusiones acaloradas y arrebatadas.
Evitar también el andar malhumorados, resentidos o llenos de rencor. Estas son trampas emocionales que deben ser evitadas a toda costa. Es en este paso donde el alcohólico se da cuenta que todos los seres humanos están enfermos emocionalmente en cierto grado. Se dan cuenta que todos se enojan y se sienten lastimados al igual que ellos y sienten más comprensión por el resto de los seres humanos y se identifican con sus amistades y familiares con respecto a sus sentimientos.
Reconociendo sus propios errores
Los alcohólicos aprenden día a día a identificar y reconocer sus propios defectos y forman su carácter para vivir mejor. El arrepentimiento sincero por el daño que han causado los hace disponerse a intentar hacer las cosas mejor en el futuro y a estar agradecidos por las bendiciones recibidas.
Una vez el alcohólico aprende a reflexionar diariamente en sus debilidades se acuestan a dormir más satisfechos y en paz con ellos mismos. Esas reflexiones y el poder controlar su carácter los hace perdonarse a ellos mismos por todo el daño que causaron a sus seres queridos.
La paz que trae al alcoholico trabajar el decimo paso, los ayuda a concientizarse cada dia mas de cuanto han lastimado a su familia y cuanta paciencia deben tener para conquistar nuevamente la confianza de todos ellos. Se dan cuenta que quizas esto no ocurra de un dia para otro y que algunas puertas permaneceran cerradas por siempre para ellos. Pero tambien en ellos nace la satisfaccion que estan haciendo todo lo posible para perdonarse a ellos mismos.
Deja un comentario